Cada posición desempeña un papel crucial en el funcionamiento del equipo, y los centrocampistas ocupan un lugar destacado en este sentido. A menudo se les considera el corazón del equipo, ya que su desempeño influye directamente en la creación de juego, la distribución del balón y la transición entre la defensa y el ataque.
En las fuerzas básicas, la formación y el desarrollo de jóvenes centrocampistas son de vital importancia para asegurar el éxito del equipo tanto a corto como a largo plazo.
Es el caso de el Toluca, pues su medio campo cada vez se vuelve más sólido con jóvenes destacados, tales como: Emmanuel Llanas, Axel Cruz, Oscar Altamirano; o los recién debutados en la primera división; Sait Tlaxcalteco y Victor Arteaga.
La formación y desarrollo de jóvenes centrocampistas adquieren un papel crucial, ya que sentarán las bases para su progreso en el deporte. Desde la creatividad y visión de juego hasta el control del mediocampo, pasando por la adaptabilidad táctica y el liderazgo, cada aspecto de su juego debe ser trabajado y nutrido para garantizar el éxito tanto individual como colectivo.
El medio campo es el motor del equipo, el enlace entre la defensa y el ataque, llevándolos también a reforzar esta área en el primer equipo, lo que resulta una motivación para los jóvenes de los diablos.