El nombre de Marcelo Bielsa es sinónimo de pasión, intensidad y un estilo de juego revolucionario. El "Loco", como se le conoce cariñosamente, ha dejado una marca imborrable en el mundo del fútbol, y su paso por México no es una excepción.
Llegada a tierras aztecas:
En 1993, Bielsa arribó a Guadalajara para tomar las riendas del Atlas. Conocido por su éxito en Newell's Old Boys de Argentina, el entrenador argentino implementó un estilo de juego dinámico y ofensivo que cautivó a la Liga MX.
Si bien no logró levantar ningún título con los Zorros, Bielsa sentó las bases para el futuro del club. Su filosofía futbolística, basada en la presión alta, la posesión del balón y el juego en equipo, caló hondo en los jugadores y aficionados rojinegros.
Cambio de aires: América
Tras dos temporadas en Atlas, Bielsa emprendió un nuevo reto en 1995 al unirse al América. Al igual que en su etapa anterior, el argentino imprimió su sello en las Águilas, con un equipo plagado de estrellas como Cuauhtémoc Blanco, Luis Roberto Alves Zague y Luis García.
Su paso por el América fue más breve, pero no menos intenso. Durante la primera vuelta del torneo 1995-96, las Águilas se mantuvieron invictas hasta la jornada 7 y lideraron la tabla con 30 puntos. Sin embargo, las exigentes prácticas y el desgaste físico de los jugadores provocaron un declive en el rendimiento del equipo, lo que llevó a la destitución de Bielsa en la jornada 32.
Un Legado imborrable
A pesar de no haber conseguido títulos con Atlas o América, Marcelo Bielsa dejó una huella profunda en el fútbol mexicano. Su estilo de juego, su filosofía de trabajo y su pasión por el deporte inspiraron a una generación de entrenadores y jugadores, y su legado continúa vigente en la actualidad.
La carrera de Bielsa se ha extendido por diversos países del mundo, incluyendo Argentina, Chile, Francia, España e Inglaterra. Ha dirigido a equipos como Vélez Sarsfield, Espanyol, Athletic Club, Olympique de Marsella, Lille y Leeds United, además de las selecciones nacionales de Argentina, Chile y Uruguay.
El Uruguayo es considerado uno de los entrenadores más influyentes de la historia del fútbol. Su visión del juego, su compromiso con el trabajo en equipo y su búsqueda constante de la perfección lo han convertido en un ícono global, inspirando a generaciones de amantes del deporte rey.