Desde su primera incursión en la Copa América en 1993 hasta su última participación antes del año 2024, México ha dejado una marca significativa en este prestigioso torneo sudamericano, a pesar de no haber logrado aún alzar el trofeo.
1993: Debut Impactante
En su debut histórico en la Copa América, México sorprendió al mundo futbolístico al alcanzar la final del torneo. Bajo la dirección de César Luis Menotti, la selección mexicana llegó a disputar el título contra Argentina, perdiendo 2-1 ante los bicampeones defensores.
1997: El Primer Tercer Lugar
Cuatro años después, México alcanzó las semifinales en Bolivia, donde cayó ante el anfitrión pero se redimió al vencer a Perú 1-0 en el partido por el tercer lugar, con un gol crucial de Luis Hernández.
1999: Repitiendo el Tercer Puesto
En Paraguay, México nuevamente se ubicó en el tercer lugar, después de caer 2-0 frente a Brasil en las semifinales. El equipo mexicano logró vencer 2-1 a Chile en un emocionante encuentro por el tercer puesto.
2001: Segundo Subcampeonato
La Copa América 2001 en Colombia presenció el segundo subcampeonato de México en la historia del torneo. En una final disputada en Bogotá, los mexicanos cayeron 1-0 ante Colombia, quien se coronó campeón por primera vez.
2007:
Otra Semifinal y Tercer Puesto
Después de los Mundiales de 2002 y 2006, México llegó a las semifinales de la Copa América en Venezuela. A pesar de perder 3-0 contra Argentina, se recuperaron para derrotar a Uruguay 3-1 en el partido por el tercer lugar, con goles de Cuauhtémoc Blanco, Omar Bravo y Andrés Guardado.
A lo largo de sus participaciones en la Copa América, México ha demostrado ser un rival formidable, ganándose el respeto de las naciones sudamericanas por su habilidad táctica y su capacidad para competir al más alto nivel. Aunque el título de campeón aún se les ha escapado, sus dos subcampeonatos y múltiples terceros lugares confirman su estatus como la selección invitada más exitosa en la historia del torneo.
Con cada edición, México continúa escribiendo su historia en la Copa América, siempre como un contendiente peligroso y dispuesto a dejar huella en el fútbol sudamericano.