Hugo Sánchez inició su crítica lamentando la pérdida de competitividad de México en el ámbito internacional. Recordó con nostalgia cómo, en 1973, la selección sorprendió al llegar a la final de la Copa América en su primera participación, ganándose así un respeto considerable en la región. Según Sánchez, este prestigio se ha diluido debido a la falta de producción y exportación de futbolistas mexicanos hacia las ligas europeas, un aspecto en el que otros países de Sudamérica y Centroamérica han avanzado significativamente.
Sin embargo, el punto más álgido de su crítica fue dirigido hacia los dirigentes y dueños de los equipos de fútbol en México. Sánchez señaló a estos directivos como los principales responsables del fracaso reciente del Tri. En su opinión, las decisiones tomadas en los últimos años, incluyendo la designación de Jaime Lozano como director técnico, han sido equivocadas. Además, criticó duramente las restricciones impuestas a la participación en torneos como la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, así como la eliminación del sistema de descenso y ascenso, decisiones que, según él, han perjudicado gravemente el desarrollo del fútbol mexicano.