El pasado sábado se disputó el amistoso más esperado en mucho tiempo para los mexicanos, contra Brasil. Tras la humillante derrota ante Uruguay, México buscaba cambiar la cara y plantarse ante la verdeamarela.
El partido inició con todo, Brasil desde los primeros segundos ya avisaba que no la iba a dejar fácil a pesar de ir con un cuadro de suplentes, donde destacaban Martinelli, Alisson, Bremer y Militao, este último recientemente campeón de Champions League.
Sería hasta el minuto 5', que en una jugada extraordinaria de Savinho, Pereira definiría quitándose a Johan Vasquez y Edson Álvarez en un recorte para definir al lado derecho de Julio González. Parecía que Brasil le iba a aplicar algo parecido a lo que pasó con los charrúas, pero inmediatamente México trató de despertar logrando conseguir la posesión del balón, sin inquietar la portería de Alisson. Arteaga solamente intentaría un tiro de larga distancia, pero el portero brasileño no tendría problema para atajar.
Así terminó el primer tiempo, donde se vió ligeramente Brasil ante un México que a pesar de tener la pelota, no logró atacar de buena manera.
Ya en el segundo tiempo, Brasil en una jugada extraordinaria de Yan Couto, Martinelli cerró la pinza para aumentar a dos la ventaja. México con varios cambios buscó cambiarle la cara, y sería Alexis Vega de dinamitar el ataque mexicano, poniendo un centro a Santiago Giménez y Julián Quiñones, este último marcando, aunque hay ciertas tomas que parecen que fue autogol. Posteriormente casi finalizando el partido, Memo Martínez empató en tiempo de compensación el partido tras luchar por la pelota y conseguir la anotación. Lamentablemente eso no duró mucho, la joven promesa de Brasil, Endrick de 17 años, recibió un centro espectacular de Vinicius Junior y de cabeza definió para darle la victoria los de Sudamérica.
Así, México luchando perdió ante la selección más grande del planeta, que, quién a pesar de no jugar con todas sus figuras, plantó cara.