El marcador se abrió con un gol de Luka Modric, capitán de Croacia, quien superó al portero italiano Gianluigi Donnarumma. Modric tuvo una segunda oportunidad de ampliar la ventaja mediante un penalti, pero Donnarumma detuvo el disparo, manteniendo a Italia en el partido.
A lo largo del encuentro, Croacia acumuló seis tarjetas amarillas, lo que reflejó un juego defensivo firme y una constante presión sobre los italianos. Croacia registró siete tiros totales, de los cuales cuatro fueron a puerta, y mantuvo una posesión de balón del 51%.
Italia, con una posesión de balón del 49%, realizó 14 tiros totales, con tres de ellos a puerta. A pesar de sus múltiples intentos, solo en el último minuto del tiempo reglamentario lograron igualar el marcador. Mattia Zaccagni anotó el gol del empate, asegurando así el pase de Italia a los octavos de final y eliminando a Croacia de la competición.